COLUMNISTA INVITADO 4

DR. JUAN ANDRES MOSQUERA MORENO

En esta ocasión, continuando con la ya tradicional página "COLUMNISTAS INVITADOS", nos "acompaña" mi colega y amigo, Doctor Juan Andrés Mosquera Moreno, Médico y Cirujano de la Universidad del Cauca (Popayan) y Especialista en Medicina del Deporte de la Universidad El Bosque (Bogotá), quién a través de su interesante artículo de investigación, "ENVEJECIMIENTO, FUERZA MUSCULAR Y SARCOPENIA", nos demuestra la relevancia que existe al realizar, en el adulto mayor, un adecuado análisis de los niveles de fuerza, los tipos de pruebas utilizados y la probabilidad de detectar tempranamente la sarcopenia, los mecanismos de prevención, etcétera.

El Doctor Mosquera, trabajó como Médico Deportólogo del Club Deportivo Cali - Divisiones menores -. Ganador del I Premio Nacional de investigación del Instituto de Ciencias del Deporte Gatorade, Amedco 2002. Docente Universitario, investigador, conferencista.

Contacto: jmosquer12@hotmail.com   



















ENVEJECIMIENTO, FUERZA MUSCULAR Y SARCOPENIA

Todas las regiones del mundo han experimentado un aumento considerable en la esperanza de vida desde 1950. La población mayor de 65 años crece a un ritmo más rápido que el resto de los segmentos poblacionales. Según datos de la Organización de Naciones Unidas,1 de acuerdo con el informe "Perspectivas de la población mundial 2019", en 2050, una de cada seis personas en el mundo (16%) tendrá más de 65 años, más que la proporción actual de una de cada 11 en el 2019 (9%).1 Según datos obtenidos en el último censo de población colombiana (DANE-2018), el 9.1% de la población es mayor de 65 años, mostrando un aumento importante con respecto al 6,3% del censo del 2005.2

En 2002 se celebró en Madrid la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, esta adoptó una Declaración Política y el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento de Madrid con el objetivo de diseñar una política internacional.3 El Plan de Acción aboga por un cambio de actitud, de políticas y de prácticas a todos los niveles para aprovechar el enorme potencial de las personas mayores en el siglo XXI. Las recomendaciones de acción específicas del Plan dan prioridad al desarrollo, la promoción de la salud y el bienestar en la vejez, además de la protección de un entorno propicio y de apoyo para esta población.3 Dentro de las recomendaciones de esta declaración se hace referencia al pleno acceso de las personas de edad a la atención y los servicios de salud, el reconocimiento que las actividades de promoción y prevención deben centrarse en el mantenimiento de la independencia, la prevención y el retraso de las enfermedades, la atención de las discapacidades y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas de edad que ya estén discapacitadas. Entre los objetivos, plantea el mantenimiento de una capacidad funcional máxima durante toda la vida y la promoción de la participación plena de las personas de edad con discapacidad.3

El término adulto mayor se refiere a quienes tienen una edad >65 años o los que están entre 50 y 64 años y que tienen condiciones clínicas importantes o limitaciones físicas que afectan su capacidad funcional.4 El envejecimiento generalmente se acompaña de cambios en todos los sistemas del organismo, en muchos casos favorecidos por las patologías presentes y la falta de actividad física, dentro de esos cambios figuran alteraciones a nivel cardiovascular, metabólico, osteomuscular y cognitivo (Tabla 1).4 Es difícil distinguir los efectos de la edad sobre las funciones fisiológicas, de los efectos del desacondicionamiento o las enfermedades.4 Con el envejecimiento se aumentan 2 a 4 veces los marcadores inflamatorios como las citoquinas y los reactantes de fase aguda,5 mostrando que existe una inflamación crónica, que puede verse aumentada por la generada por las enfermedades crónicas comunes en esta edad.

La actividad física hace que los cambios por el envejecimiento sean más lentos, disminuyendo el riesgo de discapacidad, además de aumentar la longevidad y de promover el bienestar psicológico y cognitivo.4 Contrarrestar la atrofia por desuso a través del ejercicio de resistencia es una intervención importante para combatir la pérdida de fuerza (dinapenia), pérdida de masa muscular (sarcopenia), vulnerabilidad fisiológica (fragilidad) y sus consecuencias en el funcionamiento físico, movilidad, independencia, bienestar y calidad de vida del adulto mayor.5 La realización de ejercicio regular, de intensidad moderada y que involucre grandes grupos musculares tiene muchos beneficios para la salud y los procesos asociados al envejecimiento, pudiéndose obtener mejoría del tono muscular, la resistencia cardiovascular, la flexibilidad y la postura; así como para el control del peso, disminución de los niveles de marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva,5 reducción del colesterol total, colesterol LDL y triglicéridos, incremento en el colesterol HDL, disminución de la glicemia, tensión arterial y frecuencia cardiaca; mejoría de las capacidades cognitivas tales como la atención, concentración y memoria. La potencia muscular, importante para reducir el riesgo de caídas, mejora con el entrenamiento, encontrándose valores de potencia en adultos mayores entrenados similares a los de controles 20 años menores.5 Además, el ejercicio presenta efectos antidepresivos, importante teniendo en cuenta la alta incidencia de depresión en las personas mayores. Sin embargo, son muy pocos los adultos mayores que realizan una actividad física regular. Entre las posibles barreras se incluyen aspectos relacionados con la seguridad, salud, temor, dolor, fatiga y falta de apoyo social.5



















La pérdida de la fuerza muscular es un factor muy importante para tener en cuenta en el adulto mayor. Se estima que se pierde entre 0,8 y 5% cada año,5,6 lo cual puede llevar a un deterioro de la capacidad funcional, pudiendo llegar a la sarcopenia, una alteración progresiva y generalizada del músculo esquelético asociada con una probabilidad aumentada de resultados adversos, incluyendo caídas, fracturas, discapacidad física y mortalidad. En la sarcopenia hay disminución de la fuerza, generalmente asociada a una baja cantidad de músculo y que en ocasiones puede afectar la capacidad funcional o el rendimiento físico. (Tabla 2).6 La sarcopenia se puede asociar a la fragilidad, definida como un síndrome asociado a la edad, caracterizado por disminución en la reserva funcional biológica y en la resistencia a factores estresantes, debido a cambios en varios sistemas fisiológicos, aumentando la vulnerabilidad a pobres resultados (discapacidad, hospitalización, muerte) ocasionados por estrés menor.5 Además del envejecimiento, la sarcopenia se ve favorecida por otros factores como una alimentación inadecuada, las enfermedades crónicas y la inactividad física.6 El entrenamiento de resistencia muscular en esta población acompañado de una adecuada alimentación, puede aumentar la fuerza, con incrementos en un rango entre 9 y 174%.5










Uno de los efectos de la pérdida de fuerza muscular es el aumento del riesgo de caídas, las cuales generan mayor pérdida de la capacidad funcional y aumento en la mortalidad. Datos de Estados Unidos indican que el 30% de los adultos mayores se caen al menos una vez al año, en mayores de 80 años se aumenta ese valor a 50%.5 Según un metaanálisis, el ejercicio reduce la tasa de caídas en 21%, principalmente con programas de entrenamiento que incluyan ejercicios que mejoren el balance corporal.7

Se sabe que la fuerza muscular es más importante que la masa muscular para predecir los resultados adversos. Debido a las limitaciones tecnológicas, la cantidad del músculo no es un buen parámetro para definir sarcopenia, por eso la detección de bajo rendimiento físico se usa para identificar la severidad de la sarcopenia.6 El SARC-F es un cuestionario de 5 puntos que evalúa la percepción del paciente de sus limitaciones en la fuerza, capacidad para caminar, levantarse de una silla, subir escaleras y el antecedente de caídas (Tabla 3). Tiene un puntaje máximo de 10 puntos, si el valor es ≥ 4 se define como sarcopenia. Tiene una sensibilidad baja a moderada y una especificidad alta para predecir baja fuerza muscular, detecta principalmente los casos severos de sarcopenia.6,8

La fuerza muscular disminuida es un poderoso predictor de resultados adversos como hospitalizaciones prolongadas, limitación funcional, pobre calidad de vida y de mortalidad. La fuerza de agarre se correlaciona moderadamente con la fuerza en otras partes del cuerpo y su medida con un dinamómetro, por su sencillez, es ampliamente usada en los adultos mayores, considerando como punto de corte para sarcopenia un valor <27 kg en hombres y <16 kg en mujeres.6 Para la fuerza de miembros inferiores se usa la prueba de levantarse de la silla, en la cual se mide el tiempo que se demora en levantarse 5 veces de una silla, sin ayudarse con las manos, considerando como punto de corte para sarcopenia un tiempo >15 segundos.6

Para medir la cantidad de músculo se requiere de equipos más complejos, como la resonancia magnética (RM), tomografía computarizada (CT), absorciometría con rayos X de doble energía (DEXA). Los equipos de bioimpedancia eléctrica (BIA), aunque no miden directamente la masa muscular, sino que hacen un estimado de acuerdo con la conductividad eléctrica, pueden ser una opción más asequible. De acuerdo con el consenso europeo de sarcopenia, la antropometría no es una buena medida de la masa muscular, aunque la circunferencia de la pantorrilla se ha usado cuando no hay otro método disponible, tomando como punto de corte para predecir funcionalidad y supervivencia el valor de 31 cm.6















 Existen varias pruebas de desempeño físico para el análisis del estado funcional del adulto mayor, de fácil realización y que requieren poco espacio, equipos y son de bajo costo. Entre las pruebas más comunes están:4

1. Senior Fitness Test. Realiza 7 pruebas que miden fuerza de miembros superiores e inferiores, flexibilidad de tren superior e inferior, resistencia cardiorrespiratoria, agilidad y balance.

2. SPPB (Short Physical Performance Battery). Valora el funcionamiento de las extremidades inferiores, se usa para predecir discapacidad, institucionalización y muerte. Incluye análisis de la velocidad de caminata, balance y levantarse de una silla.6

3. Velocidad usual de caminata. Es una prueba rápida, segura y confiable usada para predecir resultados adversos relacionados con la sarcopenia. Generalmente se mide en una distancia de 4 metros y una velocidad < 0,8 m/s se considera un indicador de sarcopenia severa.6

La prueba TUG (Timed Up and Go) consiste en levantarse de una silla, caminar hasta un cono a 3 metros de distancia, regresar y sentarse de nuevo. Un tiempo ≥ 20 segundos se considera pobre desempeño físico.6

5. Test de caminata de 400 metros consiste en caminar 20 vueltas de 20 metros en el menor tiempo posible, se permite parar a descansar hasta 2 veces. Si no lo puede terminar o se demora 6 minutos o más, se considera pobre desempeño físico.6

6. Caminata de 6 minutos. Ampliamente usado como indicador de resistencia cardiorrespiratoria.

En conclusión, con el aumento de la población adulta mayor, se hace más importante el adecuado análisis de los niveles de fuerza y la probabilidad de detectar tempranamente la sarcopenia, para de esa manera, intervenir para prevenir o retardar las posibles consecuencias que puede tener sobre la salud y calidad de vida en esta población.

BIBLIOGRAFÍA

1.https://www.un.org/es/sections/issues-depth/ageing/index.html#:~:text=En%202018%2C%20por%20primera%20vez,a%20426%20millones%20en%202050.

2.https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/demografia-y-poblacion/censo-nacional-de-poblacion-y-vivenda-2018/cuantos-somos

3.https://www.un.org/esa/socdev/documents/ageing/MIPAA/political-declaration-sp.pdf

4.Riebe D. ACSM’s Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 10th ed. Baltimore (MD): Lippincott Williams & Wilkins; 2018.

5.Fragala M, Cadore E, Dorgo S, Izquierdo M, Kraemer W, Peterson M, Ryan E. Resistance Training for Older Adults: Position Statement From the National Strength and Conditioning Association, Journal of Strength and Conditioning Research. 33(8):2019-2052. 2019

6.Cruz-Jentoft A, Bahat G, Bauer J, Boirie Y, et al. Sarcopenia: revised European consensus on definition and diagnosis. Age and Ageing, 48 (1):16-31, 2019.

7.Sherrington C, Michaleff ZA, Fairhall N, et al. Exercise to prevent falls in older adults: an updated systematic review and meta-analysis. British Journal of Sports Medicine 51(24):1750-1758. 2017.

8.Parra-Rodríguez L, Szlejf C, García-González AI, Malmstrom TK, Cruz-Arenas E, Rosas-Carrasco O. Cross-Cultural Adaptation and Validation of the Spanish-Language Version of the SARC-F to Assess Sarcopenia in Mexican Community-Dwelling Older Adults. J Am Med Dir Assoc. 17(12):1142-1146. 2016.



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